Vilaboa, un tesoro escondido en medio de las impresionantes Terras de Pontevedra, emerge como un destino cautivador para aquellos que buscan sumergirse en la autenticidad de las Rías Baixas. A menudo pasado por alto por los viajeros que se dirigen hacia el icónico Puente de Rande, este encantador municipio ofrece mucho más de lo que parece a simple vista. Su ubicación privilegiada en la Ensenada de San Simón lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de paisajes costeros de una belleza inigualable, mientras que su rica tradición marinera añade un encanto adicional a su atmósfera.

Al adentrarse en Vilaboa, los visitantes se encuentran con una joya oculta en forma de puerto de San Adrián de Cobres. Aquí, la vida cotidiana se entrelaza con la actividad pesquera, y los tranquilos muelles reciben a las embarcaciones que descargan los frutos del mar capturados en las aguas de la ensenada. Además de ser un lugar pintoresco, el puerto ofrece una oportunidad única para degustar la deliciosa gastronomía local, con restaurantes que ofrecen vistas panorámicas de la idílica Isla de San Simón.

Para aquellos que anhelan aventuras al aire libre, Vilaboa cuenta con una red de rutas de senderismo que serpentean a través de sus paisajes pintorescos. La ruta de los Molinos de Riomaior es especialmente destacada, llevando a los excursionistas a través de un bosque de ribera gallego salpicado de molinos restaurados que cuentan historias de tiempos pasados. Esta experiencia única ofrece la oportunidad de conectar con la naturaleza y sumergirse en la riqueza histórica del lugar.

Además de su belleza natural, Vilaboa alberga un tesoro arqueológico en forma de petroglifos, que se pueden explorar a lo largo de la ruta de los Petroglifos de Cobres. Estas antiguas inscripciones en piedra ofrecen una ventana fascinante al pasado de la región, mientras que la ruta en sí misma serpentea a través de bosques y campos, ofreciendo vistas panorámicas de la Ensenada de San Simón desde el mirador de Acuña.

Sumérgete en la rica cultura local de Vilaboa a través de eventos como el Carnaval de Cobres, una festividad vibrante y colorida que atrae a visitantes de todas partes. Con sus comparsas de madamas y galáns, esta celebración añade una dosis extra de alegría y vitalidad a la vida cotidiana del municipio, mostrando la calidez y la hospitalidad de su gente. En resumen, Vilaboa ofrece una experiencia única y auténtica que cautiva a todos aquellos que tienen la suerte de descubrir este tesoro escondido en las Rías Baixas.

Además de sus atracciones naturales y culturales, Vilaboa ofrece una experiencia gastronómica que deleitará incluso a los paladares más exigentes. Sus restaurantes, ubicados estratégicamente junto al puerto y en otros puntos pintorescos del municipio, ofrecen una exquisita selección de mariscos frescos y platos tradicionales gallegos que resaltan los sabores auténticos de la región. Desde degustar mejillones recién capturados hasta saborear platos elaborados con pescado local, cada bocado en Vilaboa es una celebración de la riqueza culinaria de Galicia.

Por último, la hospitalidad de los lugareños en Vilaboa agrega un toque especial a cualquier visita. Con su cálida bienvenida y su genuino interés en compartir la belleza y la historia de su tierra, los habitantes locales hacen que los visitantes se sientan como en casa desde el momento en que llegan. Ya sea intercambiando historias en los bares locales, recibiendo recomendaciones sobre los mejores lugares para explorar o simplemente disfrutando de la tranquilidad de la vida en el campo gallego, la comunidad de Vilaboa enriquece la experiencia de cualquier viajero que tenga la suerte de cruzar sus fronteras.

Vilaboa se revela como un verdadero tesoro oculto en las Terras de Pontevedra, una joya que cautiva con su belleza natural, su rica historia y su deliciosa gastronomía. Con una amplia gama de actividades para todos los gustos, desde explorar antiguos molinos hasta disfrutar de la tranquilidad de sus playas y salinas, este encantador municipio gallego promete una experiencia inolvidable para aquellos que buscan sumergirse en la auténtica esencia de la región. Ya sea como destino principal o como parada en el camino hacia el Puente de Rande, Vilaboa ofrece un viaje lleno de descubrimientos, hospitalidad y momentos inolvidables que perdurarán en la memoria de quienes lo visiten.

En Vilaboa, los lugares de interés abundan, desde el pintoresco puerto de San Adrián de Cobres, donde se puede disfrutar de la auténtica vida marinera y saborear la deliciosa gastronomía local con vistas a la Isla de San Simón, hasta los fascinantes molinos de Riomaior, que ofrecen un paseo tranquilo entre la naturaleza y la historia. Además, no se puede pasar por alto la enigmática Chan dos Areeiros, con sus antiguos petroglifos grabados en la piedra, ni el vibrante Carnaval de Cobres, una celebración única que sumerge a los visitantes en la cultura y la tradición de la región. Y para aquellos que buscan un retiro tranquilo, las Salinas de Ulló ofrecen un paisaje impresionante y una oportunidad única para conectar con la naturaleza en su estado más puro. Estos son solo algunos de los muchos tesoros que aguardan a ser descubiertos en este encantador rincón de las Rías Baixas.